jueves, 27 de enero de 2011

Vacaciones día 3 - 26 de Enero: Bogotá.

El tercer día comenzó distinto, había olvidado mencionar que la noche anterior antes de salir arreglamos con la gente del hostel para que nos diera una habitación mas, para dos personas pero con baño privado así teníamos un baño en exclusiva para los seis, fue una buena jugada porque terminamos pagando prácticamente lo mismo, 130000 colombianos por todo, algo así como $45.- de los nuestros por cabeza.
La cama era de dos plazas pero medio chica y me tocó compartirla con Jorge, el problema es que la frazada si que era chica y si se tapaba uno destapaba al otro, al final negociamos y nos la repartimos pero era tan chica que no llegaba a cubrirnos y por todo su contorno entraba un fresquete bárbaro. En cierto momento alguien se puso a trabajar con el serrucho y entre el frío y el ruido a aserradero terminé despertándome.
Estuve mirando el techo un rato hasta que decidí levantarme. No aprendí la lección, salí en remera, bermuda livianita  y ojotas, afuera me puse a conversar con un cordobés muy macanudo que recién llegaba e iba a visitar a una amiga en Barranquilla, llegó un momento en que por mas buena que estuviera la charla, tenía que abrigarme porque no harían mas de seis o siete grados y las ojotas no abrigan mucho. Traté de ir a dormir otro rato pero fue inutil, así que me levanté y un poco mas abrigado fui a buscar café a la cocina, me encontré con unas colombianas muy simpáticas que estaban tratando de hablar en inglés, pasamos un rato muy gracioso pese al sabor del café que ya mencioné.
Mas tarde desperté a los chicos y como pudimos les indicamos a unas argentinas donde se conseguía el mejor cambio. Qusimos hacernos los conocedores y nos dimos cuenta de lo difícil que es orientar a alguien en una ciudad que uno no conoce.
Desayunamos muy bien en la panadería francesa, hicimos cuentas y salimos a buscar la oficina de turismo.
Pasamos por la plaza Bolívar y nos sacamos algunas fotos graciosas al estilo backstreet boys.





Fuimos a la oficina de turismo y conseguimos un buen plano y mas lugares para visitar. De pasada fuimos al Museo de la policía, donde hay una recreación bastante graciosa de las distintas etapas del encarcelamiento, escape, captura y muerte de Pablo Escobar, con maniquíes que se parecen mas a un Charly García gordito y con el bigote monocromático. Estuvo bueno.
Después entramos al Museo de la Moneda y nos mandamos otra sesión de fotos Backstreet, que manera de reírnos gratis. Este está conectado con el Museo Botero, vimos cosas muy lindas y gordas, gordas y mas gordas pintadas por Botero. También hay algunos Picasso que están buenos, a mí particularmente me gustó mucho una litografía que se titula "Cráneo de cabra" y está buenísima, todo lo que vi de Max Ernst (ya me lo anoté para investigar) y un óleo fotorrealista de Richard Estes que es espectacular, ya quiero conseguirme alguna lámina.


Cráneo de cabra, Pablo Picasso



Explosión en una catedral. Max Ernst



Autobus de Broadway en la calle Liberry, Richard. Estes, óleo 1996






Cuando estábamos por irnos para subir al Monserrate se largó un diluvio, así que no nos quedó otra que apechugarnos con las gordas de Botero y seguir recorriendo un poco. Nos tomamos un café muy rico y en cuanto aflojó un poco la lluvia volvimos al hostel por un camino nuevo, otra vez pensaron que estaba perdido porque agarré por un camino nuevo, a las pocas cuadras se largo a llover de vuelta y entre pendientes y patinazos por el empedrado aparecimos justo en la esquina del hostel. Esta nariz no falla nunca, ni con lluvia.
Mas tarde teníamos pensado salir a pasear por la Zona Rosa que aunque el nombre nos haga pensar en cualquier otra cosa, es una zona de bares y boliches tipo Palemo Hollywood o mas bien Las Cañitas pero estábamos todos bastante cansados de tantas vueltas y llegó Sara, una amiga del cachorro, así que estuvimos charlando un rato largo y terminamos cenando en lo de Michele un tano amigo de Sara que nos preparó unas pastas bastante buenas. Mas tarde se nos unió el cordobés y una suiza que estaba con un tipo laburando para una ONG. Como había poca gente y ante el pedido del público, cortamos la música y Mazita se cantó unos tangos y el suizo un canto típico de su región muy del estilo de mi famoso "ieiorele iorele i u". Pidieron baile y el cachorro que no se achica con nada se puso a bailar con Sara (que si es bailarina) una especie de tango con un dejo de cumbia y cachaca. Después Maza lo aleccionó un poco y mejoro.
Nos divertimos mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario