martes, 27 de marzo de 2012

27/3

Una brisa fresca pasa por mis pies, corre por mis piernas y sigue viaje hasta llegar a mi espalda, entrar por mi remera y despertarme.
Otra vez dormido en el futón? Que pelotudo! Primer paso al despertar fuera de la cama: mirar hacia la ventana encubando la esperanza de que todavía sea de noche. Lo hago y aunque ya está amaneciendo, nunca pierdo la esperanza de que esto recién comience y me quede al  menos una horita para pasarme a la cama. Segundo paso: Enfocar la mirada, recorro un poco el ambiente con la vista hasta que todo vuelve a cobrar forma. Tercer paso y el mas importante: Ver el reloj. Son las siete, no queda tiempo para seguir durmiendo. Hay que ponerse en acción y corregir este pequeño desvío para volver a la rutina.
Si tan solo fuese sábado o domingo. Pero no, es Martes y recién comienza así que mejor encararlo buscando algo que valorar, es temprano y tengo tiempo de sentarme unos minutos a escribir las notas de la mañana!

miércoles, 21 de marzo de 2012

21/3

Está amaneciendo, por lo menos según indica el reloj es lo que debería estar sucediendo.
Afuera la niebla lo cubre todo, a medida que pasan los minutos se va revelando la ciudad, los pájaros pasan haciendo piruetas en el aire como si nada, por lo menos los que logro divisar a menos de cien metros. Mas allá de eso, solo hay niebla. Una niebla espesa, apenas interrumpida por las luces de las avenidas que se ven como un sendero de velas en la distancia. Los autos se abren paso lentamente como en una caravana de carruajes, sus luces también parecen faroles de aceite o algo por el estilo.
Comienza un nuevo día de este 2012 tal como pudo haberlo hecho hace unos docientos años.